Que no se te olvide

Que fue.
Leave me out with the waste, this is not what I do
It's the wrong kind of place to be thinking of you
It's the wrong time for somebody new
It's a small crime
And I've got no excuses
Is that alright with you?

Yo tenía trece años. Vos creo que dieciséis.
Vos estabas aquí, callándote quien eras porque nosotros. Vos nosotros y nunca. No perteneciste a esto nunca ahora que lo sé, así ella tenía a sus amigas y yo era. Y todo tan diferente, nos veíamos cada viernes, vos me llamabas a diario para hacerme reír con esas palabras que no están, que aquí yo soy otra, antes vos eras y todos estábamos y nos veíamos cada viernes, cada lunes, nos teníamos aquí siempre con las palabras y el afecto, con los abrazos y las risas, las historias pero sobretodo éramos siempre y nos queríamos
Vos creés que nos queríamos.
Y la culpa de quién. Decime quién pudo ser.
(Quien)
Pudo sacarte de las tardes de secretos, de las lágrimas y los consuelos, y la vida que era otra, yo que sonreía de veras y todo era tan cierto, tan real antes que la vida. Y te sacaron a vos de este sueño, y te fuiste con ellos a reírte de otros, a juzgar lo que éramos.
A vos que la culpa, y un día te grité, después te di la espalda y me fui caminando sola hasta que no pudieras alcanzarme, hasta un perdón que no escuchaste y tanto ruido después, tuviste que venir después a gritarme de vuelta todo lo que siempre, y esta vez te fuiste tan lejos… tan lejos y dijiste
Que nunca había existido la tarde y los secretos, los poemas y la ayuda, que me quedara aquí sola porque un día
(Te grité y ni siquiera entender)
Porque en el fondo conocías a la nenita caprichosa que se enoja e insulta tanto y llora cuando despierta, cuando recuerda un poco quién es. A la insolente que te hizo daño y se burla y cruza la calle cada vez que te ve, y tiró todo a la basura y ahora se arrepiente. Que te hizo daño la nenita caprichosa, y te hizo tanto daño y después como si nada se fue.
(Se fue)
Sin vos. Quién puede ser ahora si te llevaste.
La nenita caprichosa y la culpa de quién. Decime quién pudo ser.
Que te dejó tirado en esa esquina, y te empujó hasta ese mundo, hasta la separación tan evidente, el silencio abismal y que aquí nada, el pasado nunca fue. Nunca mi hermanito mi bebita, mis tardes y lo que yo realmente fui y seré. Nunca el uniforme color celeste y el escenario de la actriz que hasta ahora se acuerda, que unas fotos la actriz y la culpa porque te grité.
Y él.
Y vos.
Y yo.
Y quién. (Fue)
El que puso esta muralla que nadie ve, que nadie recuerda porque te empujé, porque te obligué a construir un mundo nuevo con cada insulto y la espalda y la máscara y la historia que parece imposible, el perdón que no escuchaste y una tarde que lloré, que supe que estabas lejos y que yo ya no era vos y los abrazos y la vida que era otra. La vida que era yo sin saber que esto podía algún día suceder.
Que podía despertarme siendo alguien que siempre quise ser, acordarme y marcar tu número, oír una voz diferente, un perdón que no escuchaste, colgar. Saber.
Querer entonces retroceder. Cuando con tanto descaro abrí ese libro. Cuando fríamente me lo dijo:
“Yo soy una mierda”
Y por fin yo te escuché.
Te sentí del otro lado con todo ese desprecio, la cólera y la herida, lo cierto, la culpa de quién, yo soy una mierda sin vos y es que ni siquiera entender que todo está muy lejos, que sólo se puede retroceder hacia delante y atrás quedó la casa y los domingos, los lunes y los viernes, atrás los abrazos y ahora ella quién es.
Vos creés que nos queríamos, que alguna vez si fue. La muralla y la basura y cruzar siempre la calle, no vaya a ser que yo tenga trece años y vos creo que dieciséis.
No vaya a ser que hola mi hermanito, como estas mi bebita, vení actriz caprichosa y no llorés, el perdón que no escuché y no dijiste, y te fuiste a tu mundo a reírte de otros, a ser quien siempre quisiste ser, y me empujaste, me gritaste que me fuera, y me diste la espalda actriz y ahora quién te ve, marcar tu número pero no conozco a Bobby, pero tu cuarto es una fresa y tan distinto, tan lejos que sos otra, que parece imposible, cada insulto los domingos y ustedes que ya no son nosotros, tanto daño la nenita porque
Yo soy una mierda.
Todo ese desprecio, la cólera y la herida, la culpa de quién.
Y entonces cruzo la calle. Que no se te olvide en este mundo cruzar siempre la calle.
No vaya a ser que algún viernes me despierte y lo recuerde.
Hola mi bebita, como estás mi hermanito.
Y que entonces yo tenga trece años.
Y vos creo que dieciséis.

1 comentarios:

_ dijo...

Se lo había dicho antes? me gusta como escribe, y me rio aunque usted no lo sepa y eso para mí en este momento está máaas que bien. Me da risa que su tos esté afuera. :D

Saludos! (qué risa provocar risas en extraños!)